El West Coast Swing es un baile en pareja con raíces en el Lindy Hop que apareció en la costa oeste de los Estados Unidos en los años 40. Se caracteriza por movimientos fluidos y una conexión elástica que resulta fundamentalmente de la técnica de extensión y comprensión que se basa en la conexión de pareja. También se caracteriza por bailarse en un área más lineal (slot). Durante el baile, la persona en el rol de líder crea y redirige el momentum de la persona en el rol de seguidor, aunque ésta no hace movimientos en espejo sino que le da respuesta. Dentro de esta dinámica, totalmente basada en la conexión, este baile permite a las dos partes de la pareja improvisar los pasos mientras bailan juntos, destacando por ser un baile con una parte muy importante de aportación creativa por parte de ambos integrantes. El baile parte de unos patrones básicos, que serán el punto de partida para crear variaciones y permitir la improvisación, para jugar con la musicalidad, lo que hace del West Coast Swing uno de los bailes más versátiles que existen. Actualmente, este es un baile extremadamente popular no sólo en los Estados Unidos sino en países vecinos como Francia, Alemania o Reino Unido, entre muchos otros en Europa. Además, el West Coast Swing se ha bailado en cada generación con su propia música, lo que ha provocado una evolución constante y una incorporación de técnicas de muchos estilos diferentes que hace especialmente atractivo este baile, manteniendo su esencia y principios de movimiento, conexión y énfasis en la musicalidad.